Juntos contra el bullying

Juntos contra el bullying

Categoría: Artículos

bullying-1El niño es el reflejo de su entorno. Si viene de un hogar armónico que además se identifica con una institución educativa en la cual fluyan con respeto las relaciones interpersonales, seguramente procederá siendo respetuoso y estableciendo vínculos sanos.

Ahora bien, en algún momento de la niñez y la adolescencia, es inevitable que el niño se enfrente a experiencias de conflicto con sus pares. Eso es parte de la vida y no podemos pretender que sea de otra manera, ya que es así como se va fortaleciendo para formar su personalidad y adquiere herramientas para saber cómo proceder ante distintas situaciones que se le presenten.

Recuerdo historias de mis padres o de mis abuelos, en las cuales se manifiesta algún tipo de acoso, pero aún no se llamaba bullying. Este término se refiere al maltrato físico o psicológico deliberado y constante que recibe un niño por parte de otro u otros niños que proceden de manera cruel con el fin de asustarle. Implica una repetición de burlas o comportamientos agresivos que provoca que el niño sea excluido socialmente. nos ha hecho más consientes de un problema real y que necesita solución urgente por parte de los distintos actores sociales.

Es importante conocer las causas del bullying. El niño que actúa de manera agresiva o se mueve a través del acoso, lo hace manifestando algún factor que está experimentando en casa o en la escuela. La agresividad de un hermano o de sus padres, toma forma y se presenta como un eslabón de la cadena de maltrato contra un compañero. Cuando el niño se siente humillado, subvalorado, incomprendido o desatendido, manifiesta esta frustración en su comportamiento social y lo hace con algún niño o niña que pueda presentarse como menos fuerte que él.

Entonces, debemos estar muy claros en que el ejemplo que brindamos se plasma directamente en nuestros chicos.

El agresor solamente se convierte en agresor si es reconocido y aplaudido por otros pares que lo observan y lo alientan. El agresor busca atención y busca reforzar su imagen de chico fuerte. Tomando esto en cuenta, desde casa y desde la escuela se debe educar a los niños con el fin de que no auspicien a nadie que sea agresivo, que no sean cómplices de un maltrato. Debemos trabajar en esto permanentemente porque el niño que observa y no demanda, también es cómplice.

El bullying es cruel, abre heridas que demoran en cicatrizar y, en muchos casos, no se cierran durante toda la vida. En casos severos, lleva al niño o adolescente a escoger terminar su vida. Es así de fuerte. Todos debemos ser promotores de una sociedad anti-bullying. No queremos que nadie agreda a nuestros hijos, pero tampoco queremos que nuestros hijos sean agresores y marquen la vida de otros de mala manera. Queremos formar ciudadanos de bien, sanos mental y emocionalmente. El niño acosado no avisa, se siente culpable y le da vergüenza. Por lo tanto, la comunicación es básica para detectar cualquier cambio de comportamiento o de conducta en nuestros chicos.

bullying-2Es hora entonces, de trabajar en evitar el bullying a toda costa. Está en nuestras manos abrir los ojos, proteger y abrazar a los más jóvenes que son el futuro de nuestra sociedad.

 

Alegría Crespo

M.A. Educación


Educar con Alegría