Tiempo con nuestros hijos: inversión de vida
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“Yo a mi hijo le doy calidad de tiempo” es una frase que sirve de bastón y consuelo en épocas en las cuales padre y madre deben trabajar, en la cual las exigencias de la vida, la competitividad y el ritmo se han adueñado de nuestros relojes.
De repente, miras a tu bebé y ya no es un bebé, es un niño o probablemente un adolescente y te invade una sensación de nostalgia y de cierta manera, impotencia, porque el tiempo ya pasó y nadie te devuelve los momentos vividos, ni te ayuda a recuperar aquellos que se dejaron de vivir.
En este punto, cabe la reflexión de la importancia de tu presencia como padre o madre en el desarrollo sano de tus hijos. El niño, al sentir a su padre cerca, en casa, pendiente de sus actividades, reafirma su autoestima, su seguridad y el camino que debe seguir. Por eso, quiero referirme a la importancia de la cantidad de tiempo. La sola presencia del padre o madre en casa dan mucha seguridad a los niños. Por tanto, recordemos que el trabajo no agradece y la familia si.
El tiempo invertido en casa trae recompensas y las mismas son tangibles en niños que se sienten protegidos y acompañados. De esta manera, su desarrollo social, cognitivo y emocional se potencia logrando fortalecer destrezas en esas áreas.
Ahora bien, es sumamente importante reconcentrarnos en nuestros hijos de tal manera que logremos tener día a día momentos que nos generen bienestar y felicidad. Y esto, si es posible.
Aquí, algunas sugerencias:
- Es importante que exista una rutina con el fin de realizar actividades habituales como desayunar, almorzar o cenar, dejando las distracciones de lado y compartiendo diálogos que afiancen la relación.
- Así mismo, es saludable practicar alguna actividad al aire libre, en la cual se puedan relajar y distraer en contacto con la naturaleza.
- La lectura afianza los lazos afectivos y ayuda al niño en su vocabulario e imaginación. Además, es fuente de un mundo fantástico de ilusión, magia que solo fortalece la unión padres-hijo. Dedicar diariamente un espacio a esta actividad es enriquecedor.
- Vale la pena hacer un paseo a un lugar diferente, momento en el cual ambas parte sientan que están conociendo algo nuevo.
Además de lo mencionado, el tiempo de calidad y la valiosa cantidad de tiempo, que es sumamente importante y absolutamente necesaria, se manifiesta en actividades como cocinar a tus hijos, en hacerles mimos en la cabeza, en ver una película juntos, abrazarles sin apuro y recordarles permanentemente lo orgulloso que estás de él, lo especial que es para ti y cuán afortunado eres de tenerle en tu vida.
Eso, el demostrarles nuestro amor, es la base de la calidad de tiempo y mientras más lo hagamos, mejor. Combinados ambos elementos, calidad y cantidad, sentiremos satisfacción y orgullo de nuestra paternidad formando hijos seguros y capaces de afrontar la vida con las herramientas necesarias.
Alegría Crespo, M. Ed.
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