El efecto Pigmalión y su incidencia sobre la crianza

El efecto Pigmalión y su incidencia sobre la crianza

Categoría: Artículos

efecto pigmalion 2¿Te has preguntado cómo hubieses sido si nacías en otro orden en el cual naciste? Es decir, si no serías hermano mayor o hijo único o si tu familia no sería numerosa? Es decir, somos, en gran parte lo que nuestra familia hace que nosotros seamos.

En este artículo trataré sobre las consecuencias del efecto Pigmalión, término que utilizó el psicólogo social Robert Rosenthal en 1965 con base en uno de sus experimentos para referirse al fenómeno mediante el cual las expectativas y creencias de una persona influyen en el rendimiento de otra.

Por lo tanto, somos lo que nuestros padres esperaban de nosotros (a menos que hayamos sido rebeldes en algún momento dado de nuestra vida y hayamos decidido labrar nuestro propio camino). De tal manera, si nacemos como hijos primeros, seguramente se espera de nosotros que seamos el ejemplo, los fuertes, los protectores, los responsables y eso lleva un peso emocional a lo largo de nuestra vida.

 

El segundo hermano se refugia más en el rol del primer hermano. La crianza, para sus padres, ya se ha convertido en un práctica más habitual y se han relajado y esto se ve reflejado en un niño más tranquilo, menos estresado que su hermano mayor.

 

El tercer hermano llega en un momento de matrimonio o relación consolidados, o de madurez de sus padres lo cual hace que sea más irreverente, más autónomo y más flexible.

 

Entonces, si nosotros subestimamos a un hijo nuestro, realmente ponemos en riesgo su autoestima y su solvencia para realizar distintas cosas o para alcanzar sus sueños porque están complaciendo a la expectativa que sus padres tienen de él. Si pensamos que un hijo nuestro no es capaz de realizar cierta actividad con eficacia, seguramente no lo hará puesto que le estamos transmitiendo ese mensaje. Por o, así tengamos un hijo con alguna discapacidad o un problema de aprendizaje debemos CREER en él: Hacerle saber cuánto creemos en él y en que es capaz de alcanzar lo que se proponga.

 

La sobreprotección es dañina y es generadora de un retroceso permanente en el desarrollo de un ser humano.

 

efecto pigmalion 1Debemos tomar en cuenta que las expectativas que tenemos de nuestros hijos serán cumplidas, por tanto, visualicémoslos como grandes seres llenos de luz y con sus sueños cumplidos. Les estaremos dando herramientas valiosas para convertirse en seres humanos felices y completos.

Alegría Crespo, Ph.D

Ciencias de la Educación

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